La vida
Que preciosas pueden llegar
a ser esas flores, que tras
las profundidades de su amada
y querida tierra que cogidas
sus raíces se sienten aferrandose
con intensidad aún a la vida.
El amor y el cariño
que se diposita en cada
gesto de aprecio alrededor
de esas diminutas gotas
de agua, que tan vivas
las mantienen en el motivo
son por el cuál a la vida
hay que sonreirle.
El ver miles y miles de
árboles y matorrales
entre el fragante olor
que entre tallos y pétalos
de encuentra el besar
y abrazar cada minuto
y cada segundo, que entre
tanta belleza se respira.
Recorder todos sus azules
cielos y negruzcas noches
que tantos transparentes
ríos, en los cuáles, los peces
se pueden divisar es amar
la vida cogiéndola con mucha
fuerza, siendo imposible
dejarla escapar y cada momento
con energia vivirla a tope.
Imagen extraída de Pixnio
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