Sangrientas y afiladas pasiones


En las profundidades
de oscuros y infinitos
túneles que parecen no
tener un final, esperando
unos blancos y afilados
colmillos como el color
de la radiante luna llena.

Al anochecer, cuando en
sus profundos sueños
sumidos se ven, alrededor 
de un negro y frío manto
un gélido y terrorífico ser
en los cuellos de doncellas
embriagadoras y irresistibles
a probar de su aura tan sensual
hasta sentir su rojo líquido.

Ese rojo líquido, que vestido
por el perfume de rosas
que durante siglos congeladas
aún permanecen, el fuego
de las ardientes tinieblas
encargadas de cubrir
sus frígidos pétalos con
cada una de las gotas
de su sangre.

Negruzcas pasiones, que
teñidas de sangrientos
placeres se encuentran,
testigos son de tantas espinas
de esos instantes de miradas,
besos y caricias impregnadas
de color carmesí, dejando
la marca de sus colmillos
que sedientos se sienten.

Imagen extraída de Pinterest

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