La luz de tus alas

 


Cuando la oscuridad
por momentos nos devoraba
no teniendo compasión
de nosotros, de repente,
una energía celestial
ante mi se presentó.

Un mar de lágrimas lleno 
de emoción mis ojos 
derramaron; mis oraciones 
por fin fueron escuchadas y 
dije: -Al fin, la suave brisa 
y la luz de tus alas siento.

Alrededor de tal resplandeciente
luz que tus alas desprenden
me rodeaste y con amor
y con cariño me dijiste: -Como
una vela que tanto fulgor desprende
hacia la claridad te llevará.

Las puertas del respeto y
de la veneración ante mi
se abrieron para sentir
cómo tanta paz y amor
me brindaste, que solo 
puedo decir gracias.

Imagen extraída de Ángeles y Demonios

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