Amor de oscuridad, sangre y dolor


Al cabo de muchos siglos
de su solitario y desolado
ataúd despierta Lestat
con sed de oscura eternidad.

Como un alma perdida
entre negruzcos y vacíos
mantos su sed de sangre
crece entre rojizas lágrimas.

Para ti, Akasha mi violín
toca rindiéndose a tus pies
dándolo todo entregando
sus notas y de su sangre.

Entre las profundas aguas
de la eternidad rojizos 
pétalos navegan alrededor
de sus sangrientas pasiones.

De su perpetuo licor bebió
saciando su sed, en polvo
convirtieron y junto a Jesse
en la inmortalidad permanecerán.

Imagen extraída de Film Affinity

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