Roja penumbra
Oh querida penumbra,
vestida de un sangriento
manto, a través de sus oscuros
túneles permíteme entrar.
Entre esa penumbra
bajo la luz de la luna llena
colmillos fríos como un glaciar
de mortales seres se alimentan.
Miles de rosa, que marchitas
con el paso del tiempo se tornaron,
la más sangrienta inmortalidad
sensuales y bellas son.
Que tal hermosura teñida
de sensualidad entre fragantes
pétalos con sus sangrientos
besos a la eternidad me lleve.
Entre los desolados muros
de la fortaleza cubierta
está por las terroríficas alas
de una encarnizada perpetuidad.
Imagen extraída de Iberlibro
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